También llamado tratamiento con plasma rico en plaquetas, implica el uso de la propia sangre del paciente para extraer y concentrar las plaquetas, que son ricas en factores de crecimiento y otras proteínas bioactivas. Luego, estas plaquetas concentradas se inyectan en el área específica del cuerpo para estimular la reparación y regeneración del tejido.

Procedimiento

Extracción de sangre: Se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente (normalmente entre 30 y 60 mililitros) de su brazo, de forma similar a un análisis de sangre de rutina.

Centrifugación: La sangre recolectada luego se coloca en una máquina centrífuga, que hace girar la sangre para separar sus componentes. Este proceso aísla las plaquetas y el plasma de otras células sanguíneas.

Concentración de plaquetas: Las plaquetas concentradas, junto con el plasma, se recolectan y preparan para inyección.

Inyección: Luego, la solución de PRP se inyecta directamente en el área objetivo con una aguja fina. La cantidad de inyecciones y el lugar de la inyección dependen de la afección médica específica que se esté tratando.

El tratamiento con PRP generalmente se considera seguro porque utiliza la propia sangre del paciente, lo que reduce el riesgo de reacciones alérgicas o rechazo.

Beneficios

• Regeneración de Tejidos: Debido a una alta concentración de factores de crecimiento, citoquinas y otras proteínas bioactivas que pueden estimular la regeneración de tejidos.
• Inflamación reducida: Tiene propiedades antiinflamatorias.
• Alivio del dolor: reducción del dolor y mejora de la función
•  Mínimamente invasivo: es mínimamente invasivo e implica inyecciones en lugar de cirugía.
• Enfoque Natural: a partir de la propia sangre del paciente, por lo que existe un riesgo mínimo de reacciones alérgicas o rechazo. 
• Rejuvenecimiento de la piel: se utiliza para estimular la producción de colágeno, mejorar la textura de la piel y reduce las líneas finas y las arrugas. Puede resultar en una apariencia más juvenil.